sábado, 28 de mayo de 2011

Reflexiones. Jesús A. Vallejo Mauricio


Hace unos días tuve la oportunidad de encontrarme con una nota que me llamó la atención y que dice “¿Me estás oyendo…? Empresas de seguridad privada no deben contratar ex policías, no tienen calidad moral ni ética para brindar seguridad y protección…. No te hagas pato te estoy hablando a ti.”

Lo anterior me pone a pensar en varias situaciones y una de ellas sería, si los ex servidores públicos de la Secretaría de Seguridad Pública por equis razón dejan de laborar en el gobierno federal, estatal o municipal, debería estar en constante vigilancia por parte de las autoridades competentes, ya que es muy cierto que han ejercido funciones de vigilancia y que para llevar a cabo tan importante función debieron haber sido entrenados por expertos en la materia.

Es cierto también que son los policías los que tienen la obligación de cuidar el orden y tranquilidad del Estado o municipio al que estén al servicio y deben de ser honestos y congruentes. De lo anterior podemos deducir que si un policía deja de servir a la corporación, la cual le dio los elementos necesarios para ejercer con plenitud su función de proteger a la ciudadanía de los malos y de cuidar y velar que exista orden en el Estado-país, tendrá la necesidad de buscar un empleo formal que sea afín a lo que desempeñaba en su anterior trabajo, es por ello que buscan incorporarse a una empresa privada de seguridad y otros se unen a la delincuencia.

En las corporaciones policiacas, hablando de cualquier ámbito de competencia, hay de todo tipo de elementos; hay policías honestos y dedicados que hacen su trabajo como corresponde, con esmero, responsabilidad, vocación y honestidad; hay policías que se dedican y se limitan a sus funciones en específico, no van más allá de lo que no les corresponda; hay policías que se dedican a estar cazando a los automovilistas para encontrarles alguna falla en su vehículo o que no tengan encendidas las luces, de ahí se agarran para poder estafar a los ciudadanos para su almuerzo, comida o cena. Estos últimos NO deberían de estar colaborando en el servicio público y se lo comento por que a todos ellos se les paga un sueldo y reciben prestaciones. Otra cosa sería que el sindicato, al cual se encuentran afiliados los servidores públicos, haga su deber, que es el de gestionar ante la autoridad correspondiente la mejora en todo su ámbito laboral a favor de los trabajadores del Estado, como ejemplo, incremento de sueldo, mayores prestaciones y servicios, entre otros beneficios a los cuales tienen derecho.

Pero también nos damos cuenta que muchos de los que pertenecieron al cuerpo de seguridad pública, de cualquier entidad o municipio, al término de su función se dedican a crear su propia empresa de seguridad privada y que son los que se encargan de prestar los servicios en la materia a las empresas u hospitales privados; otros y que desaparecen y que aparecen de tiempo incorporados a las filas de las diferentes organizaciones delictivas, como ya se encuentran capacitados y conocen el sistema de seguridad pública, entonces empiezan a operar y a tener de esta mala forma su modo de vivir, que no es el correcto desde cualquier punto que Usted mi estimado lector le vea y lo analice.

Ahora como ciudadanos que somos y que estamos comprometidos, le hago una extensiva invitación a que denunciemos todo acto que se vea fuera de lo normal, con esto acabaremos con estos malos servidores públicos y que el Gobierno tenga un seguimiento directo de los ex servidores públicos que hayan pertenecido a una Secretaría o función de seguridad pública.

Espero y hagamos lo correcto.

licvallejo@hotmail.com          




martes, 24 de mayo de 2011

¿INTERÉS PARTICULAR O INTERESES COLECTIVOS? Lic. Jesús A. Vallejo Mauricio




En muchas ocasiones, como ciudadanos y consumidores, no nos ponemos a pensar en las situaciones en las que se vive al interior de un mercado, ya sea de carácter público o privado, de las carencias a las que se enfrenta un locatario, mientras unos cuantos se disputan el hueso, perdón la presidencia de la Mesa Directiva, otros, los cargos administrativos que en algunos casos rebasa lo estimado.

A decirle mi estimado lector, que desde mi temprana edad he tenido la fortuna de vivir en el ambiente familiar del comercio y ahora lo vivo como locatario, percatándome directamente que hay muchas deficiencias por haber intereses tanto particulares como colectivos, que estos últimos son muy rara la vez que se puedan concretar o realizar de manera exitosa.

Un día me explicó un maestro, que para poder entender cómo funciona un sindicato, era necesario remontarse al claro ejemplo de un jefe o representante de grupo de clase, ya que para que un jefe de grupo pueda representar, velar por los intereses colectivos –no personales- y hacer valer los derechos y obligaciones de sus compañeros de salón al interior –ante maestros y directivos- y al exterior de la misma –ante agrupaciones, sindicatos, empresas, asociaciones, colegios profesionistas, etc.– de la escuela o facultad, se debe de dar el voto de confianza de la mayoría de los miembros del salón de clase, sin este requisito esencial no se puede fungir en el cargo, a menos que sea impuesto, que ese es otro tema.

El Jefe de grupo que representará y velará por los intereses de sus compañeros, tendrá que hacer gastos de representación, que las reuniones al interior o al exterior y dependiendo del caso a tratar generará un gasto, mismo que tienen que salir en algunas ocasiones del bolsillo del propio representante o en su caso de las cuotas que se logre recaudar cada mes o por cada vez que tenga que hacer la debida representación; situación económica que se deberá establecer al comienzo y durante su gestión por todos los alumnos y así mismo tendrá que rendir cuentas claras ante sus compañeros de salón y que también es cierto que puede ser destituido por sus compañeros, si su representación no vela por los intereses colectivos o si no da el ancho que se le exige.

De igual manera funciona una Mesa directiva de un Mercado, ya sea de carácter público o privado, pero desafortunadamente los representantes llegan por un interés particular más que colectivo, se ocupan de hacer un clima de incertidumbre falto de legalidad, las cuotas que se supone son para representación o en su caso para remodelación del mismo mercado se lo gastan en consumo que no le son de redituables para su función.     

Es curioso observar cómo algunos locatarios se desgarran por ser miembros de la mesa directiva, le prometen a uno que se mejorará la calidad de los servicios y de la convivencia al interior del mercado, que se tiene un proyecto de remodelación de fachada y pintura y muchos más.

Mi pregunta sería, por qué no preocuparse primero por dar un mejor servicio a los consumidores, proponiendo y haciendo cambios necesarios en materia de seguridad para que hagan sus compras sin necesidad de estar sufriendo con los carteristas o con las personas que se encuentran en mal estado físico o mental, ya sea alcoholizados o inhalando sustancias indebidas y, que se pasean al interior y exterior de los mercados sin que la seguridad pública o seguridad del mercado pueda hacer algo al respecto; que se implementen, como en las tiendas de autoservicio, el servicio de paquetería; que se amplíen los estacionamientos para que puedan los consumidores, que cuentan con vehículo, acudir a hacer sus compras sin la necesidad de sufrir por encontrar un espacio; implementar rampas para las personas que tienen limitantes en el movimiento o personas de la edad adulta, poner tomas de agua, bebederos, para que los consumidores puedan refrescarse después de un lago caminar; hago especial énfasis al tema de la recolección de basura, ya que actualmente todos los mercados públicos y el privado cuentan con este grave problema. Claro ejemplo de lo anterior es lo que se vive actualmente en el Mercado de Abastos, que desde hace mucho tiempo ha sufrido de este problema sin que ninguna mesa directiva le dé solución al problema. 

¿Alguna vez se podrá actuar congruentemente?

Me gustaría conocer su opinión, estoy a sus órdenes.

  

sábado, 21 de mayo de 2011

La verdad, ¿En dónde se encuentra la verdad? Dr. Freddy Rafael Domínguez Sosa


Quizás, está encerrada en los libros o en la complejidad de fórmulas y leyes establecidas de forma dogmática o posiblemente en los hechos consignados en una historia desfigurada. 

La verdad, se encuentra en nuestro pensamiento, en la concordancia del mismo con la existencia circundante y en la factibilidad de transformarlo en una realidad tangible. 

FRDS. 


El autor de la frase, Dr. Freddy, es un científico de los que México necesita. 

Mi respeto a su valor y entrega. 

José Manuel 

viernes, 20 de mayo de 2011

Me gusta la gente. Beatriz Rivera.


Me gusta la gente que tiene alas grandes y fuertes para volar...

me gusta la gente que defiende su pensamiento y sus convicciones...

me gusta la gente que cree que la vida vale la pena pase lo que pase...

me gusta la gente que sabe que ser diferente es un privilegio:)

miércoles, 18 de mayo de 2011

Partido Iniciativa Universitaria. "Estudiamos el futuro" Mayra A. Terrazas Morales



Estudiamos el futuro

En primer lugar se debe realizar el registro del partido porque es nuevo.


Después, con el dinero que ha sido otorgado para la campaña, se debe realizar una planificación sobre cómo los gastos serán repartidos para llevar a cabo el posicionamiento del partido y de la campaña.

El partido está dirigido a personas de entre 18 y 40 años; por tanto los medios masivos de comunicación y las redes sociales, serán y son de gran utilidad para transmitir la campaña.

La primer campaña, “ESTUDIAMOS EL FUTURO”, se dirige sobre todo a los ciudadanos más jóvenes, con el fin de cultivar en ellos el gusto por la política.

La campaña sólo desea que nuestro hogar sea eso, un hogar; donde todos podamos convivir rodeados de seres humanos, de personas con valores.

“Estudiamos el futuro”, por eso, como jóvenes, nos preocupamos por los que nos queda por vivir y por supuesto, por nuestras futuras generaciones.

Nosotros, incluyéndose a usted y a ustedes, proponemos luchar e intentar acabar con la inseguridad que nos rodea.

Proponemos reducir impuestos y detener o disminuir el aumento constante del precio de la gasolina.

Prometemos arreglar las calles dañadas o servicios incompletos, pero sobre todo, buscaremos el modo en que todos nos interesemos en la cultura; la cultura propia, la del municipio y la del país.

Es entonces nuestro objetivo luchar por vivir bien, con las comodidades suficientes para estar aquí; pero por encima de todo, prometemos solemnemente en elevar la educación, promovernos como ciudadanos llenos de conocimientos y sabiduría, porque juntos, pensaremos en el presente y estudiaremos el futuro.

viernes, 13 de mayo de 2011

Día del Maestro. Lic. Jesús A. Vallejo Mauricio.



Todavía me acuerdo cuando mis padres llevaron junto con mis hermanos a  una escuela y como toda experiencia nueva le da miedo a uno, ya que uno se acostumbra a la educación de los padres, que no haga eso, deja eso, quítate eso de la boca, vete a asear, etc.. Que son enseñanzas que tiene uno que aprender para poder entender que tiene uno como niño derechos y obligaciones.

Le he de hacer de su conocimiento mi estimado lector, que cuando uno se ve en la obligación de tener que recibir la misma educación pero con diferentes personas y en un lugar distinto al que está uno acostumbrado, eso significa un reto muy grande. Eso implica que un maestro –persona que en principio se nos hace extraña, con nuevo estilo de enseñanza al que uno esta acostumbrado- tenga que sufrir, esforzarse para poder hacer que nuevos educandos puedan adaptarse a su estilo de enseñanza y aprendizaje, cosa que nos es nada fácil, y me refiero que desde la preparación preescolar, primaria y secundaria el maestro se encuentre bien capacitado para aguantar a una ola de aprendices que en su momento lo que desean es adecuarse a un nuevo estilo de vida, es aquí donde aprende uno que tiene más obligaciones y derechos.

El maestro, el educador, el guía, como Usted lo pueda identificar, sabe que tiene un gran reto, el poder enseñar a sus nuevos discípulos el debido aprendizaje, con la finalidad de su alumno pueda entender y aprender significados, materias y cosas que en su vida adulta logre aplicar con eficiencia y eficazmente en su vida cotidiana o profesional.

La labor muy fácil, ya que el maestro debe de estar muy bien preparado a la altura de las variadas circunstancias y dudas que pueda formularle el alumno; el maestro debe de actuar, guiarse con responsabilidad y honestidad, ya que se convierte en un tutor para el alumno, es a él ante quien al alumno-aprendiz se dirigirá o ya sea para hacerles muchas preguntas, dudas que no alcanza a entender y comprender y que acude al maestro para poderlas aclarar o también puede acudir a ente él como instancia de auxilio, de consejero personal o para poderle hacer de su conocimiento de lo que está viviendo o experimentando, ya que dichas preguntas claves no las puede hacer en casa porque se lo tienen prohibido, los padres no le toman con seriedad o lo evaden, motivo por el cual decide buscar apoyo en alguien de confianza y que puedan guiarlo como debe de ser, convirtiéndose en muchas ocasiones en el gran salvador el maestro, el educador, el docente.

Ante tal circunstancia, a poco no es una tarea enorme la que tiene el maestro, ya que debe de atender a sus obligaciones y derechos que como padre de familia le corresponde, a parte, tiene que atender a sus alumnos, que se convierten en su segunda familia, debiendo preparar la materia, el método de enseñanza, aplicar las correspondientes evaluaciones para ver si su método de enseñanza esta siendo la correcta y que es uno de los requisitos que las instituciones encargadas de proporcionar la educación, sea privada o pública, le piden para ver el rendimiento correcto tanto del maestro como del alumno.

Como alumno y amigo que he sido, desde esta modesta nota, les doy las gracias a todos y cada uno de los que me han impartido enseñanza, me han orientado y me han corregido en muchas de las veces. Esperando que sigan ejerciendo su profesión como hasta el momento lo han hecho, con profesionalismo, con responsabilidad, con honestidad, con orgullo, con lealtad, con mucho entusiasmo, con mucha sapiencia y mucha paciencia. México necesita de Ustedes maestros, sigan comprometidos por su país. Y como diría el lema de nuestra máxima Casa de estudios (la UAQ) profesionales “Educo en la Verdad y en el Honor”.

Mi estimado lector, le dejo estas breves líneas esperando sus comentarios.


Del reconocimiento del Derecho Social. José Manuel Gómez Porchini



Cuando el hombre empezó a darse leyes para regir su destino, cuando se dio cuenta que necesitaba encomendar a alguien, distinto a él mismo, la solución de los conflictos y además, la organización de la casa común, es decir, de la polis o ciudad, se fue dando las leyes necesarias para su propio manejo.

De entrada, separó al Derecho Divino, al Fas, del Derecho de los humanos, el Jus.

Luego, debió manejar con cuidado y diferencia, lo relativo a las cosas penales y lo que era ajeno a lo penal. Es decir, derecho penal y otro. Tan así se manejó esa división, que nuestra actual Suprema Corte así está dividida: En la Sala Penal y la otra, la que maneja de todo, menos penal.

Sin embargo, debió clasificar también al derecho en el relativo a la actuación del gobierno o del Estado, es decir, el derecho público y lo relativo a los particulares entre sí, el derecho privado. Son la Res pública y la Res privata. Hasta ahí, todo va bien y no tenemos problemas… creo.

Las dificultades nacen cuando algunos derechos ya no caben ni en lo penal o en lo público o lo privado.

Voy a dar el ejemplo más socorrido. El trabajador, es decir, la persona que debe alquilar sus brazos, su cuerpo como fuente de ingresos, debió haber sido regido por el derecho privado, pues realiza un contrato entre particulares para rentar su fuerza de trabajo o para que alguien más lo rente a su nombre o más aún, lo venda, pues debemos recordar que antes era válido comprar y vender esclavos.

Era un negocio de derecho privado. Punto.

No podía ser de Derecho Público pues al Estado, como Estado, como Gobierno, no le interesa si Usted trabaja tantas o cuantas horas o si le pagan poco o mucho. Era de Derecho Privado.

Pero cuando surgieron esas cosas de dignidad humana, de reconocimiento a los Derechos Humanos, de darle valor a las personas, de prohibir la esclavitud, de abolir la tradición de rentar y vender esclavos, cuando ya no se pudieron vender las fincas con todo y los siervos, entonces, empezaron a cambiar las cosas.

Al Estado le interesó garantizar ciertos derechos. Nacieron como Garantías Sociales el derecho a una jornada de trabajo máxima de ocho horas, a un salario mínimo remunerador, a prohibir el trabajo de menores y otras cosas así.

Sin embargo, el Estado no puede supervisar todos los contratos de tipo social, los de trabajo, ni tiene por qué. Pero el derecho privado, el que se da entre iguales, tampoco es suficiente para dar cabida a la nueva forma de contratación, a la nueva forma de hacer la vida respetando los derechos humanos y la dignidad de las personas. No entiende el derecho privado eso de que el trabajo no es materia de comercio.

Entonces y sólo entonces, surge solo el Derecho Social. El Derecho que recoge lo que ya no cabe ni en el Derecho Privado, pues ya superó y con creces los estrechos linderos del derecho entre pares ni en el Derecho Público, cuya función es regular al Estado.

En cambio, el Derecho Social, actualmente reconocido por todos o por la mayoría de los tratadistas como conformado por el Derecho del Trabajo, el Derecho de la Seguridad Social, el Derecho Burocrático y el Derecho Agrario, al cual, es opinión de quien escribe debería sumarse el Derecho de los Migrantes, pero no de los que logran obtener documentos de identidad y se trasladan de uno a otro países protegidos por vías diplomáticas, si no, de aquellos seres que, careciendo de todo, inclusive de documentos de identidad, alguna vez fueron dueños de las tierras y ahora no pueden ni siquiera luchar por obtener su alimento.

Lo digo por los mexicanos que migran a Texas y las Californias, por los africanos que buscan en Egipto el pan o por los egipcios que en Francia pelean a muerte por su subsistencia.

Por los españoles que van a Alemania o por los polacos que no son bien recibidos en ninguna parte.

Sin embargo, es de destacar que algunas voces aún sostienen que el derecho social no tiene razón para existir. Que el Derecho Social es sólo un sueño de aquellos que no teniendo nada, pretenden vender a sus iguales un sueño posible, una ilusión de vida que les ayude a sobrellevar la que tienen.

Hay, entre los Académicos, los que sostienen que tanto el Derecho del Trabajo como el Burocrático, el Agrario o el de la Seguridad Social, deben encuadrarse en una de las dos grandes ramas que actualmente existen, se usan y son reconocidas en la mayoría de los países: el derecho público y el derecho privado.

Quien afirma que las normas de trabajo son de orden público por el interés del estado en regular la relación entre los factores de la producción, olvidan que no puede ser por decreto ni por imposición la forma de lograr la producción. Que el gobierno debe marcar los mínimos, pero no las formas para la contratación del trabajador y menos, mucho menos, lo que es la seguridad social o el derecho del burócrata. ¿Cómo va a regularlo cuando el mismo gobierno es el patrón?

También, quien decide dejar al libre juego de intereses de las partes, como todo el derecho privado, lo relativo a la Res Social o Cosa Social.

Tampoco ahí cabe. En el derecho entre pares, entre iguales, la negociación se da en relación a la capacidad, a la fuerza, a la posición de las partes. ¿En qué va a apoyarse el obrero que solicita empleo, cuando el patrón le dice: te ofrezco tanto y si no lo quieres, sobra quien lo agarre?

Imagine Usted, mi querido lector, al obrero, solo, sin sindicato ni representante ni derechos mínimos consagrados constitucionalmente, pretendiendo lidiar contra un patrón que busca la forma de no pagar, de pagar poco y además, de pagar tarde. No tiene asideras.

Por eso, ha nacido el Derecho Social. De repente, como ahí caben sindicatos y obreros y huelgas y pensiones y liquidaciones de trabajadores y además, ir a la Junta a cuantificar y las demandas y esas cosas que sólo sirven para quitar el tiempo y para hacer quedar mal a todos, la gente de bien como que no lo quiere. Sin embargo, la gente, la que no tiene apellido de renombre ni tiene al sartén por el mango, se refugia en el Derecho Social como en la única forma de lograr un equilibrio entre los factores de la producción.

En el Derecho Social encontramos el derecho a pensión, que aún no es en nuestra Carta Magna ni en la de la mayoría de nuestros hermanos países latinoamericanos pero que sería tan fácil como querer incluirla y lo podríamos lograr.

Por eso hemos venido luchando y así habremos de seguir. Defendiendo el Derecho Social como la más excelsa creación del hombre en defensa de los derechos de su hermano el hombre, para que todos puedan tener una vida digna, un trabajo decente y una vejez garantizada.

No podemos, no podríamos hablar de ubicar al Derecho Social como una rama más del Derecho Público o del Derecho Privado, por lo siguiente:

El Público se refiere a la actuación del Estado y abarca el Constitucional, el de Amparo, Administrativo, Penal, Fiscal o Tributario y en suma, todos aquellos en los que el Estado actúa con su carácter de Estado y no al nivel de particular. No se puede establecer negociación alguna con el Estado como ente supremo pues en ese momento se pierde la calidad de Estado.

En cambio, el Derecho Privado comprende el mercantil, el civil, el de familia y todo lo relacionado con las facultades del hombre en cuanto a su trato con otros hombres pero en igualdad de circunstancias ante la ley.

El Derecho Social surge de que las partes tienen características y situaciones distintas a las de la ley privada, pues no gozan de las mismas cualidades y por ende, en un verdadero análisis de la realidad, les otorga características desiguales mediante el reconocimiento de las protecciones que deben brindarse a la parte débil en la relación procesal y más aún, en la relación de vida.

Ahí está su importancia y la razón de que no sea un apéndice más de ninguno de los derechos que antes eran o fueron suficientes.

Ese es su verdadero génesis y razón de ser. La diferencia entre las partes de la situación de hecho, lo que se traduce en realidad de derecho.

Me gustaría conocer su opinión.

Vale la pena.

José Manuel Gómez Porchini.
Comentarios: jmgomezporchini@gmail.com  

martes, 10 de mayo de 2011

“Explotación infantil en México”. Edna Karina Guzmán Conde




Debido al bajo crecimiento económico que se vive en México y a la pobreza que existe, los niños son obligados o tienen la necesidad de trabajar para poder salir adelante.

Los infantes solo deben de tener la preocupación de ir a la escuela, o de que es lo que van a jugar hoy, no tienen porque preocuparse por lo que van a comer el día siguiente o cosas así, eso es obligación de los padres, pero como ya lo mencionamos debido a la mala economía del país o al bajo desempleo logrando así que ni los padres pueden darle una vida digna a sus hijos por lo tanto éstos tienen que buscar la manera de sobrevivir.

La mayoría de los trabajos no son dignos para niños o no tienen la capacidad para realizarlos, sin embargo, hay personas que los contratan por el bajo sueldo que ellos puedan aceptar o por el simple echo de ayudarlos, pero no toda la gente no toma conciencia en que solo son unos niños y lo hacen con mala fe; de ahí viene la explotación infantil. Esto tiene más posibilidades de ocurrir en los hogares más pobres o en zonas rurales.

“Explotación infantil se refiere al trabajo de niños en cualquier sistema de producción económica de un país, una región y en el mantenimiento económico de un grupo familiar. La explotación infantil es un hecho que azota en especial a países en vías de desarrollo, pero en el mismo se ven implicados los países industrializados. También se le denomina trabajo infantil.”(Wikipedia)

En México, 3.6 millones de niños, niñas y adolescentes entre los 5 y 17 años de edad están trabajando de acuerdo al Módulo sobre Trabajo Infantil de la Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo (ENOE 2007). Lo anterior equivale al 12,5% de la población infantil de este mismo rango de edad. De ellos, 1.1 millones son menores de 14 años; es decir, no han cumplido con la edad mínima para trabajar marcada por la Ley Federal del Trabajo. (UNICEF)

Debido a que hay diferencias entre niños y niñas, no todos realizan el mismo tipo de trabajo, es decir, para algunos tipos puede que haya más hombres realizándolos que niñas, así como puede ser el caso contrario; por ejemplo, los niños que trabajen en algo que se requiera algún tipo de fuerza pueden ser del sexo masculino, sin embargo, serian más mujeres las que se dedicaran al trabajo domestico.

“En la industria agropecuaria los menores explotados son más de 280 mil; en la manufacturera más de 400 mil, en el comercio medio un millón, en servicios 800 mil. Detrás de estas cifras se encuentra como causa inmediata la miseria, el deterioro del núcleo familiar, la falta de empleo del jefe de familia y la avidez y beneficios que representa para muchos mexicanos, explotar a los menores. Con ello evitan pagar salarios justos, burlar al fisco, al IMSS, al Infonavit y violar la Ley Federal del Trabajo.” (González, 2009)

Según datos de la Organización Internacional del Trabajo (OIT), en la actualidad 218 millones de niños trabajan en el mundo, y uno de cada 12 lo hacen expuestos a las peores formas de trabajo infantil, entre las que destacan seis: la agricultura, los soldados, las redes de comercio sexual, el servicio doméstico, en minas y canteras, y el tráfico de niños. (González, 2009)

Aunque los antes mencionados sean los principales trabajos en que los niños trabajen, no dejemos pasar por alto que en la actualidad se vive una gran lucha con el narcotráfico, lo cual puede ser dañino para éstos ya que pueden ser reclutados por los que se dedican a los actos delictivos y nocivos para la salud, ya que les ofrecen mucho dinero y ellos por necesidad pueden llegar a aceptar o simplemente por ignorancia.

Aunque no todos los trabajos sean ilícitos, es decir, existen algunos que pueden ser realizados por niños sin dañarlos, como por ejemplo, trabajar de empacadores en los autoservicios, pero claro, éstas tienen sus requisitos como contar con el permiso de tus padres o tutor, así como una constancia de estudios para saber que aunque trabajen, éstos están cumpliendo con su obligación de obtener una educación digna, sin embargo la mayoría son realizados de manera denigrantes o en malas condiciones y son violados sus derechos como niños y personas, todo esto sucede aunque existan leyes y organizaciones que luchen contra esto.

A continuación se presentan algunos de los artículos de la Ley Federal del Trabajo en la que claramente se ve que no todos los trabajos son para los niños, o si lo son, con lo que deben cumplir.

Artículo 3o.- El trabajo es un derecho y un deber sociales. No es artículo de comercio, exige respeto para las libertades y dignidad de quien lo presta y debe efectuarse en condiciones que aseguren la vida, la salud y un nivel económico decoroso para el trabajador y su familia.

Artículo 8o.- El trabajador es la persona física que presta a otra, física o moral, un trabajo personal subordinado.

Artículo 22.- Queda prohibida la utilización del trabajo de los menores de catorce años y de los mayores de esta edad y menores de dieciséis que no hayan terminado su educación obligatoria, salvo los casos de excepción que apruebe la autoridad correspondiente en que a su juicio haya compatibilidad entre los estudios y el trabajo.

Artículo 23.- los mayores de dieciséis años pueden prestar libremente sus servicios, con las limitaciones establecidas en esta Ley. Los mayores de catorce y menores de dieciséis necesitan autorización de sus padres o tutores y a falta de ellos, del sindicato a que pertenezcan, de la Junta de Conciliación y Arbitraje, del Inspector del Trabajo o de la Autoridad Política.

Artículo 29.- Queda prohibida la utilización de menores de dieciocho años para la prestación de servicios fuera de la República, salvo que se trate de técnicos, profesionales, artistas, deportistas y, en general, de trabajadores especializados.

Artículo 175.- Queda prohibida la utilización del trabajo de los menores:
I. De dieciséis años, en:
a) Expendios de bebidas embriagantes de consumo inmediato.
b) Trabajos susceptibles de afectar su moralidad o sus buenas costumbres.
c) Trabajos ambulantes, salvo autorización especial de la Inspección de Trabajo.
d) Trabajos subterráneos o submarinos.
e) Labores peligrosas o insalubres.
f) Trabajos superiores a sus fuerzas y los que puedan impedir o retardar su desarrollo físico normal.
g) Establecimientos no industriales después de las diez de la noche.
h) Los demás que determinen las leyes.
II. De dieciocho años, en:
Trabajos nocturnos industriales.

Artículo 177.- La jornada de trabajo de los menores de dieciséis años no podrá exceder de seis horas diarias y deberán dividirse en períodos máximos de tres horas. Entre los distintos períodos de la jornada, disfrutarán de reposos de una hora por lo menos.

Artículo 178.- Queda prohibida la utilización del trabajo de los menores de dieciséis años en horas extraordinarias y en los días domingos y de descanso obligatorio. En caso de violación de esta prohibición, las horas extraordinarias se pagarán con un doscientos por ciento más del salario que corresponda a las horas de la jornada, y el salario de los días domingos y de descanso obligatorio, de conformidad con lo dispuesto en los artículos 73 y 75.

Artículo 179.- Los menores de dieciséis años disfrutarán de un período anual de vacaciones pagadas de dieciocho días laborables, por lo menos.

En conclusion los niños y niñas deben de ir a la escuela para así lograr salir adelante a base de estudios y logros, ésto es una forma de evitar el trabajo infantile y en extremos la explotación infantil.

Los niños también tienen derechos y uno de esos no es el trabajar.

La Convención sobre los Derechos del Niño establece “el derecho del niño a estar protegido contra la explotación económica y contra el desempeño de cualquier trabajo que pueda ser peligroso o entorpecer su educación, o que sea nocivo para su salud o para su desarrollo físico, mental, espiritual, moral o social”.

El Convenio núm. 182 de la OIT sobre las peores formas de trabajo infantil reconoce que proteger a las niñas y a los niños requiere de respuestas integradas que incluyen empleos y trabajo decente para sus padres y medidas de protección social que les ayuden a mantener a las niñas y a los niños en la escuela.

La explotación infantil no es solo un problema económico o laboral, si no también social, por lo que todos debemos de preocuparnos por ello, los niños son el futuro de nuestro país y si no logran tener unas buenas bases educativas o sociales nuestro país estará peor de lo que ya esta, hay que tomar conciencia sobre ésto para nunca ser participes de la explotación infantil de ninguna forma.

Bibliografía.


González, Victor. (13 Junio 2009) La explotación infantil en México. http://www.elsiglodetorreon.com.mx/noticia/440062.la-explotacion-infantil-en-mexico.html






Me parece excelente!!

La felicito.

Me autoriza a reproducirlo?


Claro que si profe! no hay problema.

Cotidianamente Erróneo. Benjamín A. Dabdoub

                                                                  Benjamin A. Dabdoub


Cotidianamente Erróneo
Derecho Laboral: ensayo final 9 de mayo 2011
El despertador suena cuando apenas se asoma el sol y miles de mexicanos comienzan su día.  En busca del pan de cada día, los trabajadores abarrotan las calles, ya sea en carro, en camión o caminando.  Todos con una misma misión: lograr tener un ingreso suficiente para mantener a sus seres queridos con vida.  Cada mañana siguen la misma rutina, despertarse temprano, su taza de café y un bolillo de pan.  Con su lonche en la mano, están listos para un día más de su vida rutinaria. 

Dentro de la rutina laboral se encuentra un tema que es rutinario escuchar de él en muchos países del mundo, pero que en México no lo es.  Este tema al cual me refiero son los accidentes de trabajo.  En México se registran medio millón de accidentes de trabajo cada año, contando los 150 mil que permanecen en la clandestinidad y no alcanzan un lugar en el registro oficial del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS)1.  Esta cifra aunque parezca elevada, está muy por debajo de países con mejores condiciones laborales como lo son Francia, Dinamarca, Canada entre otros.  En México, según lo registrado, hay 2.9 accidentes por cada 100 trabajadores.  Lo que se ve en México es un problema de una disminución en la tasa de accidentes laborales de aproximadamente 10% a comparación con 1980.   Incluso, comparando la tasa de México con países que cuentan con un registro de accidentes imperfecto como lo es Chile (5% al año) y España (4.5% al año) nos podemos percatar que hay un desperfecto en nuestra cifra actual

La razón de que nuestra cifra esté muy por debajo de lo que debería estar es que muchos de los accidentes en México no se reportan.  Según, Víctor Hugo Borja Aburto, coordinador de Salud del Trabajador del IMSS en un entrevista en el 2007 comentó que “Nosotros (México) estamos en 2.9%, esto es porque más de 40% de los accidentes en México no se reportan".

Es preocupante que nuestro país muestre una cifra menor a países como los son Francia, Canada y Dinamarca, ya que esto significaría que en México las condiciones de seguridad e higiene de las empresas son mejores. Es un hecho que en México existe un subregistro de los accidentes de trabajo y que una de las causas es el no reportarlos.  ¿Pero por qué las empresas deciden no reportar los accidentes? 

Una de las razones por la cual no se reportan muchos de los accidentes la señala Manuel Rodríguez Arriaga, ex director de Seguridad y Salud en el Trabajo de la Secretaría del Trabajo y Previsión Social, “En México tenemos un universo de empresas que van desde las más modernas que son eficientes en sus políticas de seguridad; pero también está el otro extremo donde muchas empresas no están registradas y a quienes todavía no llegamos de manera óptima”2.  Son las empresas que no están registradas, que no se toman el tiempo de tener buenas condiciones para sus empleados y de manera conjunta, registrar los accidentes de sus empleados. Según Rodríguez Arriaga esto sucede ya que las empresas no comprenden que “dedicar dinero a la seguridad y salud en los centros de trabajo es una buena inversión e indispensable porque está en juego la integridad física de los trabajadores y esto redituará en beneficio de la empresa”2. 

Otra razón y una de las más notorias en este caso, es que las empresas deciden no registrar los accidentes para no tener que pagarlos.  El tener que matricular los accidentes y llevar a cabo los trámites correspondientes, como el pago de los daños a los trabajadores es muy costoso para las empresas.  Aunque no se tiene un número exacto, se dice que por año las empresas gastan más de 180 millones de pesos por el pago de incapacidades.  Víctor Hugo Borja Aburto dice que la razón fundamental por la cual la mayoría de las empresas no informan los accidentes es evitar que aumente su cuota de siniestralidad, la cual puede ir de 0.5% a 15% con variaciones anuales, hacia arriba o hacia abajo, de un punto porcentual sobre el valor total de su nómina3.  Dentro de las soluciones que los patrones de las empresas han encontrado para no sufrir el alza de su nomina se encuentran: no reportarlos, abrir más de una razón social (que solamente lleve registro de empleados con bajo riesgo de trabajo) y equipar con equipo médico para atender emergencia menor dentro de la empresa, evitando los costos de hospitalización.

Es importante mencionar que las causas que hemos explicado anteriormente no se darían si se llevaran a cabo diferentes medidas para evitar el bajo índice de reportes de accidentes dentro de la empresa. La primera medida tiene que ver con las inspecciones que se llevan a cabo en las empresas. El órgano responsable para que las condiciones bajo las cuales los trabajadores desarrollan sus actividades están dentro de las estándares de seguridad es la STPS.  La STPS está encargada de vigilar más de 900 mil empresas, pero por año promedian 10 mil empresas.  Néstor de Buen, abogado laborista opina lo siguiente de la STPS "No creo que sea efectivo, en primer lugar porque no hay tantos inspectores como empresas, por lo que no hay facilidades de una inspección permanente. En segundo lugar, por la corrupción, es más difícil que un inspector no manifieste ciertas irregularidades porque recibe una gratificación para hacerlo".   Además de esto, las inspecciones se llevan a cabo con una notificación de 24 horas, lo que permite a las empresas prepararse y ocultar lo que afectaría. Es importante que las inspecciones se lleven con mucho más regularidad y que no haya notificaciones, esto con el fin de evitar la preparación. De igual forma, se debe de aumentar las multas por falta de seguridad en el trabajo.   Ya que las multas son bajas, muchas empresas prefieren las multas que cambiar sus métodos de trabajos por unos más seguros.  La Ley del Trabajo debe de castigar de forma más severa a aquellos que no cuenten con un espacio seguro para sus empleados.

México debe de mejorar en el aspecto de seguridad de sus empleados y de la misma forma en la atención a aquellos que resultan con lesiones leves o de gravedad.  La única forma de hacerlo es aumentando las multas y de manera más importante, teniendo conciencia de lo que sucede dentro de las empresas.  Los patrones tienen que sacar su lado humano y demostrar que es importante.  Ya que es el lado humano lo que hace crecer a las empresas.  El cuidar de los empleados y atenderlos, asegura un superior trabajo de su parte y de la empresa en conjunto.




Excelente

Lo publicamos?


Claro que si!

Me encantaría una publicación!

Día de las Madres.



Guillermo Aguirre y Fierro, mexicano, escribió “El Brindis del Bohemio”, poema en el que ensalza a la madre que le enseñó desde niño, lo que vale el cariño, exquisito, profundo y verdadero.

Espero que Usted conozca el poema. Si no lo tiene, yo me comprometo a hacérselo llegar.

He visto tantas y tantas alabanzas a las madres, que creo que siempre es bueno recordar que lo mejor que se puede hacer, es honrarla y atenderla en vida, no cuando sea demasiado tarde.

Yo también, a veces quisiera que la vida me diera la oportunidad de tener el trato diario con mi madre, el trato que permite saber de los afanes diarios, no sólo de la llamada telefónica de vez en cuando, de la nota en correo -“para que sepan que estoy bien”-, de la comunicación que se hacen contando los minutos pues las llamadas cuestan, etc.

Pero sé, como lo sé ahora que tengo hijos, que por más ocupados que estén los hijos, por más distantes que se encuentren, por más distraídos que parezcan, que los padres y las madres, siempre están con el pensamiento en los hijos.

Que el hecho de que no los vean a diario, no significa en modo alguno que se desentienden de ellos.

Sin embargo, es necesario precisar que la óptica que se tiene desde el ser hijo y desde el ser padre, son distintas.

El orden natural de la vida dice que los padres se han de ir primero que los hijos.

Tanto, que existe nombre específico a quienes pierden a sus padres: huérfano. O el que pierde al esposo o esposa: viudo o viuda, según sea el caso.

Sin embargo, no existe palabra alguna que pueda encerrar el dolor de los padres que han perdido a un hijo.

Vamos, no hay quien invente una palabra que de tan dolorosa, aún no nace. El dolor se lleva dentro y es para siempre.

La vida va haciendo a los hijos que construyan su propio entorno: los hay casados, solteros, ricos, jóvenes, pobres, ancianos, hambrientos de pan y de consuelo, etc.

El padre, conforme a los criterios que existen en nuestra sociedad, es como un roble: fuerte, se yergue de pie, no se dobla.

La Madre por el contrario, con sólo ver el dolor de su hijo o sentir su ausencia, llora.

En ese llanto desfoga el dolor que los hombres no sabemos manejar, pues nuestro papel en la vida, lo que nos enseñaron, es otro.

Hoy que tengo a mis hijos, los veo salir un momento a una fiesta, sé que viven conmigo aún, sé que los tengo cerca y mi corazón se niega a dejarlos partir, así sea sólo un rato.

Sin embargo, hay que darles los permisos, de manera consensuada, pues su Mamá, invariablemente dice: -pídele permiso a tu papá-, con lo que la responsabilidad es mía, aún cuando ella abogue por sus hijos.

O caso contrario, a mí me toca ser quien los defienda, para obtener de su mamá el tan anhelado permiso.

Pero ¿cómo no he dejarlos ir a atender sus gustos, sus asuntos, si eso fue lo que yo aprendí?

¿Cómo les voy a negar los permisos que a mí siempre me concedieron cuando tenía su edad?

Ahora que viene el Día de las Madres, mis chatos se acercan a pedirme para el regalo de su Mamá, que es mi esposa.

Los atiendo, los apoyo, los aliento, pues ellos siempre han visto que vemos y visitamos a la Mamá de su Mamá y a mi Madre.

A mí, me queda el consuelo de que siempre que he podido, he visto por mi Madre. Que sabe que es mi Madre, título que a nadie más puedo dar y que la quiero con el alma.

Que siempre está en mis pensamientos, aún cuando la distancia nos separe, como yo sé que piensa en mí, pues está pendiente de mis penas y alegrías.

Por eso ahora, en este Día de las Madres, sólo me queda decirle que debe saber a ciencia cierta, que los hijos no pueden olvidar a los padres.

Como yo sé que los padres jamás alejan de sus pensamientos a ninguno de sus hijos.

Por más errores que cometan.

Y eso, señores, es el amor. Perdonar siempre.

Me gustaría conocer su opinión.

Vale la pena.

José Manuel Gómez Porchini.

Comentarios: josegomezporchini@yahoo.com  

Nota publicada en El Porvenir el 10 de mayo de 2007